Niños con Síndrome de Down podrán ser magos gracias a la fundación Abracadabra
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Los magos solidarios de la impartirán más de 70 talleres de magia para niños con síndrome de Down en colegios de Educación Especial para enseñar a los pequeños a ilusionarse, a desarrollar habilidades de expresión corporal y a incrementar la satisfacción y la autoestima.
El proyecto ‘Magia muy Especial. Talleres para gente mágica‘, presentado hoy por la Fundación Abracadabra y la Fundación Mapfre en el Colegio María Corredentora de Madrid, dará la oportunidad de convertirse en magos a cerca de 2.000 niños de 6 a 14 años durante los próximos dos años.
El director del Instituto de Acción Social de la Fundación Mapfre, Antonio García, ha explicado que es un proyecto pionero en España que «parece una cosa muy común aunque realmente no hay otras escuelas de magia para niños con discapacidad».
La Fundación Abracadabra, que ha trabajado desde sus inicios con espectáculos de magia e ilusionismo para niños hospitalizados y ancianos, ahora quiere ayudar a los niños con síndrome de Down.
«Con estos talleres damos un paso más porque ahora ellos son los magos, queremos formarles para que se ilusionen y para que también sean capaces de ilusionar a sus amigos y sus familias», ha señalado el mago Juan José García, presidente de la Fundación Abracadabra.
Una docena de magos con experiencia docente, pedagógica y solidaria, entre los que se encuentran conocidos magos como Jorge Blass, «Juanky» o Miguel Ãngel Gea, serán los encargados de los talleres de dos horas de duración para grupos de 20 alumnos.
«Todos los niños quieren ser magos, pero además estos niños tienen una capacidad particular porque quieren sentirse protagonistas, hacer un espectáculo de magia e ilusionar a los demás», ha apuntado García.
La Fundación Abracadabra enviará a los centros que participan en esta iniciativa una «caja mágica» para cada alumno con un DVD donde se desarrollan y explican los trucos que se aprenderán en el taller y con el material necesario para realizarlos.
«Hicimos pruebas en los colegios para ver qué juegos eran más sencillos y hemos incluido los que consideramos más eficaces para que consigan hacerlos y repetirlos sin que se desgaste el material o se rompa», ha destacado el mago Jorge Blass.
Estos magos solidarios consideran que «la magia es generadora de buen ánimo» y, tras ver sus efectos positivos entre los niños hospitalizados, ahora lo harán entre los de síndrome de Down.
La magia es capaz de mejorar la actitud y, al ser ellos los protagonistas, puede que eso les haga desarrollar otro tipo de habilidades sociales «porque conocen el secreto de los trucos y eso les hace sentirse especiales», ha resaltado Jorge Blass.
La Fundación Mapfre y Fundación Abracadabra también pondrán en marcha una experiencia piloto en Madrid para crear el primer grupo de magos solidarios con discapacidad, dirigidos por un tutor mágico que permitirá a los alumnos desarrollar sus capacidades escénicas y de interacción.
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