Cómo ser un mago y no morir en el intento. Parte 1

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Este artículo de Richard Tenace fue traducido y es publicado con permiso del autor y Online Visions

Como todos sabemos, la nueva película de Indiana Jones se estrenó el 22 de Mayo, imagina que estas en la sala del cine, las luces se van apagando lentamente, en tus manos tienes un envoltorio enorme de palomitas de maíz y un vaso de soda del tamaño de una piscina y en la pantalla aparece el serio rostro de Indiana, como siempre el está usando su sombrero y su látigo en la mano y de repente dice; Hola, soy Harrison Ford, el actor que interpreta a Indiana Jones, realmente no soy un arqueólogo, la película que estás a punto de ver es pura ficción, así que no la tomes seriamente, disfruten la película.

¿Como te sentirías si esto realmente te ocurriese? Todos sabemos que las películas de Indiana Jones son pura fantasía, ¿que le ocasionaría esto a tus planes de divertirte con la película? ¿Cómo harías para volver nuevamente al mundo de la fantasía?

Siento que nosotros, los magos y especialmente los mentalistas, creemos que debemos disculparnos por crear fantasía, es por esto que hay tanto debate en los círculos de mentalistas, por que lo que hacemos no es real, realmente creo que esta afirmación es errónea.

Es irónico como un montón de personas intentan sabotear las creencias de otras personas, nosotros como magos o mentalistas debemos promover la magia y lo maravilloso, debemos promover ese momento terapéutico que nuestra audiencia busca en nuestros espectáculos.

En mi opinión, la gente esta sedienta de experimentar lo maravilloso, Comencé en el mundo de la magia como la mayoría de ustedes, un día experimentamos frente a un mago algo que nos acercó al mundo de las maravillas, desde ese día lo mágico nos rodeó, fue como un haz de luz que se grabó en nuestras mentes, este suceso me ocurrió a los 6 años, desde allí comencé a investigar mas sobre esto tan maravilloso que es la magia.

Mi abuela y mi madre compraron para mi todo juego de magia que encontraban, me sumergí en la teoría y en la historia de este gran arte, pero mientras pasaba el tiempo, olvidé cual fue el sentimiento que me acercó a este mundo y lo comencé a remplazar por un fuerte cinismo, que hizo que casi me alejara del sentimiento original que me hizo acercarme a este mundo tan bello como es el mundo de la magia, sentía que si alguien se sentía maravillado por mis trucos era por que esa persona era estupida, ignorante, el problema no era de mi audiencia, era mío, por no creer en mi propia actuación.

Mi paradigma de cómo mostrar mi magia a la audiencia es distinto al que solía tenerse hace algún tiempo, quiero que mi audiencia sienta lo que yo sentí la primera vez que estuve frente a un mago, no quiero que la gente se crea estupida si siente que lo que yo hice es real, tan solo deberían sentirse bien por dejarse ir por tan solo un momento del mundo de la racionalidad.

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