
Consejos para combatir la verguenza
La practica:
Como todo en la vida, considero bajo mi humilde experiencia que todo es aprendible y que uno puede seguir todo tipo de anhelos y sueños que se tengan y que todo es conseguible mediante la practica, siempre y cuando este dentro de un plano realista. Comenzar a entrenar a los 30 para jugar en el Barça no tendría sentido por más que mucho te empeñes.
Volviendo el tema, la vergüenza se mata estrechando manos, cruzando miradas incomodas, comenzando conversaciones, sonriendo primero, haciendo trucos sin pedir permiso, cuanto más mejor. Empieza con situaciones no forzadas charlando con la cajera del supermercado, camarero/as etc y luego profundiza según vayas evolucionando.
La mejor manera de caerle bien a una persona es dejarlos hablar de ellos mismos, si sigues esta regla podrás tener buenos conocidos en muy poco tiempo, limítate a preguntar y escuchar al otro, la oportunidad de hacer magia vendrá por si sola.
La calidad luego vendrá con la práctica. Vale más animarse a hacer el truco que ejecutar perfecto un truco ante el espejo.
Lo más importante es exponerse al público (con ropa, claro está).
Tener presente que todo el mundo se equivoca.
Tener presente que errar es humano es un buen antídoto para combatir la vergüenza, te dará confianza antes de empezar, te tranquilizará la posibilidad de saber que al día siguiente no morirás por haber fallado en un truco de magia. La idea no es andar equivocándose por ahí en el mundo, pero si lo haces, como siempre digo, tienes la opción de escapar por la puerta de atrás con una sonrisa o haciendo una buena broma. Equivocarse y reconocerlo muestra una personalidad humilde y a su vez guay.
No lo volverás a ver
Antes de sentir la adrenalina de “hacer” el truco, piensa que al extraño que será tu espectador no lo volverás a ver. Aunque suele ser una excusa tonta para animarnos a hacer las cosas es bastante eficaz. (Incluso si lo volviésemos a ver no habría problema) pero nos reconforta saber que nuestro ego jamás volverá a ser amenazado por la mirada inquisidora del espectador que te vio fallar.
No auto-definir tu personalidad
Es fácil confundirnos y auto-etiquetarnos con una personalidad, yo soy tímido, yo soy simpático, lo otro etc. La verdad es que no solo somos muchas cosas y conjuntos de experiencias y variables derivan en nuestra actitud. Es malo auto definirse en algo concreto. Yo personalmente no me podría considerar tímido pero tampoco extrovertido, aun así se que tengo momentos en que parezco un comediante y por otros siento que soy un loser que cree que están todo el tiempo hablando mal de mi. Esto es natural.
Lo que propongo para hacer buena magia es sacar lo mejor de ti, todo el mundo tiene algo grandioso dentro, y la mejor forma es practicar sacar lo mejor de uno. Tus recursos sociales pueden no estar desarrollados, pero nunca son “malos” por naturaleza.
Para cerrar no importa cuan tímido seas, la timidez es solo una de las muchas características del ser humano. Como tales, somos seres moldeables y para comprobarlo sigue lo hablado en esta entrada y verás cuanto podrás mejorar.
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Mago ilusionista
7 octubre, 2020 at 10:15 am
Una muy buena publicación Julio, la compartiré, creo que puede ayudar a muchos magos tanto profesionales como aficionados
Un saludo!
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Martin 18 años
24 septiembre, 2011 at 5:12 am
La mejor manera de caerle bien a una persona es dejarlos hablar de ellos mismos. excelente para la magia y la vida……