Ganador del 3″º Premio del concurso Arcane
MAGIA ZEN – ¿Y TÚ CUÃNTO VALES?
Erase una vez un aprendiz de mago que estaba muy afligido y deprimido fue a ver
al Maestro Taoriz, un hombre que tenía fama de ser uno de los mejores magos y
creador de una gran cantidad de juegos y rutinas, además de técnicas y pases
mágicos.
Cuando llegó a la casa de Taoriz le dijo:
– Vengo, Maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para hacer
nada. Me dicen que no sirvo para esto de la magia. Cuando hago mis actuaciones
de magia, a la gente no les gusta mi mirada, me dicen que mi voz molesta cuando
les explico un juego, que soy un desastre con las manos y la posición de los
pies, que soy bastante torpe en mis movimientos corporales. Su magnífica
teoría de los Cinco Puntos Mágicos no la aplico demasiado bien, eso creen. Me
siento muy mal. Soy un fracasado. ¿Cómo puedo mejorar? ¿Qué puedo hacer para
que me valoren más?»
El Maestro, sin mirarlo, le dijo:
– Mira, aprendiz, yo, al igual que tú, también tengo problemas, así que no
puedo ayudarte, debo resolver primero mis propios problemas. Quizás
después…
De nuevo el aprendiz sintió que, una vez más, era rechazado, pero cuando ya se
iba a ir del lugar, el Maestro lo llamó y le dijo:
– Ya que estás aquí, si quieres puedes primero ayudarme tú a mí y luego, tal
vez yo, te pueda ayudar con tu problema.
– Claro que sí Maestro Taoriz, es un honor poder ayudarle.
-Bien, pues empecemos- asintió el Maestro.
Abrió una elegante caja de madera y, aunque aparentemente, allí dentro no
había nada, el Maestro hizo el gesto de sacar algo invisible y dándoselo al
aprendiz, agregó:
– Toma este violín invisible, está muy bien afinado y me ha acompañado
siempre en mis actuaciones, pero debo venderlo porque tengo que pagar una deuda.
Ves a la ciudad e intenta obtener de él la mayor suma posible, pero no aceptes
menos de cien Euros. Vete ya y regresa con el dinero lo más rápido que
puedas.
El aprendiz, guardó el violín invisible en su mochila y partió.
Apenas llegó al centro de la ciudad, empezó a ofrecer el violín a las
personas que paseaban por la calle. Estos lo miraban con algún interés, hasta
que el aprendiz decía lo que pretendía por el violín.
Cuando el aprendiz mencionaba los cien Euros, algunos reían, otros le daban la
espalda y sólo una persona fue tan amable como para tomarse la molestia de
explicarle que cien Euros era mucho dinero para entregarlo a cambio de un objeto
invisible.
Después de ofrecer el violín a toda persona que se cruzaba por la calle y
abatido por su fracaso y cansado de tanto desprecio, regresó a la casa del
Maestro Taoriz.
– Maestro -dijo- lo siento, no es posible conseguir lo que me pediste. No creo
que yo pueda engañar a nadie respecto del verdadero valor de su violín
invisible.
– Así es, lo que acabas de decir es muy importante, mi querido aprendiz
-contestó sonriente el Maestro-. Debemos saber primero el verdadero valor del
violín. Esta vez dirígete a Sant Cugat y entra a TiendaMagia. ¿Quién mejor
que ellos, para saberlo? Dile que quisieras vender el violín invisible del
Maestro Taoriz y pregúntales cuanto te dan por él. Pero no importa lo que te
ofrezcan, no se lo vendas. Vuelve aquí con mi violín.
El aprendiz se presentó ante el encargado de TiendaMagia.
El encargado de la tienda, cuidadosamente, con una lupa el violín invisible y
luego le dijo:
-Dile al Maestro que si lo quiere vender ya, no puedo darle más de tres mil
Euros por su violín.
-¡¿Tres mil Euros ?!-exclamó el aprendiz.
-Sí -replicó el encargado- Esto es una verdadera joya del arte de la magia, un
instrumento musical utilizado en cientos de escenarios de todo el mundo. Pero si
se espera el Maestro unos pocos días más, le puedo subir el precio hasta cinco
mil Euros, pero no sé… si la venta es urgente…
El aprendiz corrió emocionado a casa del Maestro a contarle lo sucedido.
-Siéntate -dijo el Maestro después de escucharlo-. Tú eres como este violín:
una joya, valiosa y única. Aunque tus capacidades para hacer y presentar magia
sean invisibles ahora, no quiere decir que no existan. La verdad es que sólo
puede evaluarte, verdaderamente, un experto. ¿Qué haces por la vida
pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor? Debes tener mucho
cuidado con la opinión de los demás. No todos tienen la capacidad de
valorarnos como debería ser en el mundo de la magia.
Y diciendo esto, el Maestro Taoriz tocó alegremente su violín invisible : ¡
CHAAANNNN NAANIA NAAAANNNN !
Jose Antonio Leiva
Felicidades Jose Antonio, enviame un email para pasarme tus datos y asi te enviemos el premio. Una vez más gracias a todos los que enviaron artículos, todos eran de muy buena calidad y iremos publicandolos a lo largo de este mes.
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