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¡Cacao pal mono! – 8

Estoy seco, he de recordar que no doy para más. Desde mi llegada a la Presidencia de la Asociación, me siento como si me hubieran quitado mi capacidad de transgresión e insurrección.

Esta pequeña reflexión me lleva a analizar mi evolución en el mundillo mágico.

Empecé pasados los treinta y a primera vista los hombres de esta edad empiezan a intuir que ya no están a tiempo de aprender más cosas, su futuro es cada vez más estrecho.

El guión de su vida ya está escrito.

Es curiosa esa tendencia adulta a bajarse del tren del futuro y ceder su plaza a los jóvenes.

Renunciar a la comprensión de las cosas y a seguirlas de cerca.

Los años de formación te convierten en especialista de algo y no estás dispuesto a cambiar de especialidad.

La vida mágica, para según quién, es lo más parecido a un cohete de fuegos artificiales: que sube rápidamente dejando una estela, estalla en la plenitud y luego quedan, en la noche, pequeñas chispas de luz que se van extinguiendo.

Nadie les ha advertido de que hay muchas vidas en una vida y de que el futuro no es una bestia a la que haya de domesticar desde la infancia.

Yo lo tengo claro: o decidimos volver a empezar y nos apuntamos a lo nuevo o nos quedamos en la placidez de las cosas pequeñas, y que sean jóvenes los que lleguen con el futuro bajo el brazo.

TONI LOOSER

AMIC –