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¡Cacao pal mono! – 2 – Principio mágico de Arquímedes – Por Tony Looser

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“Todo mago sumergido en una propuesta de Bolo de Comunión, experimenta una ansiedad muy parecida a la de cenar en un Chino»

El humor y el surrealismo”¦. ¡Ah!

Dos armas que, personalmente, suelo emplear para sobrellevar algunas actividades del mundillo mágico.

He de confesar mi absoluta incapacidad para entender como afrontan la Magia la mayoría de jóvenes (Ya no sé si el problema es suyo o mío).

Lo primero que apercibo es la prisa, no por aprender sino por “hacer». Por otra parte propia los jóvenes, para los cuales hoy es nuca y mañana uno de los nombres de la Eternidad.

Entiendo la ansiedad de todo el que empieza, pero ello no excluye que deba marcársele de cerca, por gente más experimentada, para que se de cuenta de que la Magia, como el Rockn Roll, es una forma de vida y como tal tiene de crecimiento y maduración y no lo dudéis no hay atajos.

¿Qué habrá que hacer para que se entienda que cuando te gusta un efecto realizado por un compañero(técnica, presentación, originalidad) eso no significa añadirlo mañana a tu repertorio, ni siquiera contando con su permiso.

Es obligatorio el esfuerzo, realmente duro, de buscar en nuestro interior el interruptor que da paso a la dignidad u al reconocimiento del auténtico artista.

Si escribo esto, es porque se me está haciendo irrespirable el tufillo que desprende toda reunión de magos llenándoseles la boca de las palabras Arte, Magia y Ética, para luego en sus respectivos compromisos, prostituirlas completamente.

TONI LOOSER

AMIC –

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