La Muerte Roja

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Este artículo de Peter Marucci fue traducido y es publicado con permiso del autor y

En 1842, Edgar Alan Poe escribió una pequeña historia de terror: «La máscara de la Muerte Roja».

En ella, la Muerte Roja está devastando a la Europa medieval y no hay ninguna cura en vista para la plaga que asesina a una persona en sólo media hora. Los órganos internos de la víctima se licúan y la sangre brota por los poros.

Pero el príncipe Próspero era feliz, intrépido y sagaz. Cuando sus dominios quedaron semidespoblados llamó a su lado a mil caballeros y damas de su corte, y se retiró con ellos al seguro encierro de una de sus abadías fortificadas. Era ésta de amplia y magnífica construcción y había sido creada por el excéntrico aunque majestuoso gusto del príncipe. Una sólida y altísima muralla la circundaba. Las puertas de la muralla eran de hierro. Una vez adentro, los cortesanos trajeron fraguas y pesados martillos y soldaron los cerrojos. Habían resuelto no dejar ninguna vía de ingreso o de salida a los súbitos impulsos de la desesperación o del frenesí. La abadía estaba ampliamente aprovisionada. Con precauciones semejantes, los cortesanos podían desafiar el contagio. Que el mundo exterior se las arreglara por su cuenta; entre tanto era una locura afligirse. El príncipe había reunido todo lo necesario para los placeres. Había bufones, improvisadores, bailarines y músicos; había hermosura y vino. Todo eso y la seguridad estaban del lado de adentro. Afuera estaba la Muerte Roja.

Al cumplirse el quinto o sexto mes de su reclusión, y cuando la peste hacía los más terribles estragos, el príncipe Próspero ofreció a sus mil amigos un baile de máscaras de la más insólita magnificencia.

Mientras danzan, se ve una figura disfrazada como una víctima de la plaga roja. Venido de la tumba viste un sudario y ropas mortuorias y se ven las manchas de la sangre en la tela.

Al ver ésto el príncipe se siente ofendido y exclama que nadie debería tomarse tales libertades en su presencia y se abalanza para atacarlo. Pero antes de que él pueda asestar golpe alguno, él mismo cae muerto víctima de la plaga.

Es allí donde todos se dan cuenta de que esa persona es realmente una víctima de la Muerte Roja y que pronto todos morirán.

Efecto: El mago muestra una caja, simbolizando la abadía, dentro de la misma encontramos a un joker, hasta aquí todo normal.

Mientras el mago cuenta la historia, él cierra la caja y, al finalizar la historia, abre la caja nuevamente para ver que la carta se encuentra toda manchada de sangre!

Cómo funciona: Es un truco con una caja traba cartas y dos jokers, uno regular y otro manchado con sangre.

El joker ensangrentado estará en la solapa y el regular en la caja.

Cuando la tapa se cierra, la solapa también se cierra y aparecerá el joker ensangrentado.

Este es un truco muy fácil y como todo truco tan sencillo, todo lo que vale es la presentación.

Si querés leer el cuento de Edgar Alan Poe completo, haz click .

Peter Marucci (Showtimecol@aol.com)

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