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Este artículo de Tyler Wilson fue traducido y es publicado con permiso del autor y

«Hey ¿puedes hacer desaparecer mi cuenta?»

Todos los trabajadores de restaurantes en el mundo han oído ésto todas las noches. Todo trabajador de restaurante en el mundo responde de la misma manera. ¿Qúe otra cosa puedo hacer por usted?

Veámoslo.

Pit Harling (también conocido como «el hombre») tiene un ensayo maravilloso en su
libro “Card Fictions», que habla sobre inducción de desafíos. Es un ensayo fantástico. Oh no, espera, ya dije que era maravilloso, así que dejémoslo así; es maravilloso y les llamo a leerlo si les es posible.
El demuestra el poder de aceptar retos de la audiencia y realizarlos con éxito. Pero más importante aún, discute cómo lograr inducir desafíos específicos, los cuales estás totalmente preparado y capacitado de realizar, de tal forma que parezca que no eran parte del plan, sino algo realizado porque la audiencia llevó a ello.

Pero para los que trabajan en restaurantes, a veces el sólo acercarse a la mesa es suficiente para inducir retos sin más esfuerzo. El simple hecho de que eres mago creará desafíos, usualmente involucrando algo que posiblmente no podrás realizar. El reto antes mencionado de la desaparición de la cuenta es, sin dudas, una de las sugeridas más comúnmente. Supongo que sólo quieren que hagamos algo de aplicación práctica que logre algo tangible para ellos. ¿Han notado que nunca piden por la paz mundial?

Sé que declaré que realmente no podemos aceptar la mayoría de estos desafíos. ¿Pero es tan así? Aquí hay otra manera de responder a este reto:

Sólo hazlo

Honestamente, has desaparecer su cuenta. Este reto cliché y común se ha convertido en una gran oportunidad de marketing para ti y tu restaurante. Conversa con el gerente del restaurante y llega al acuerdo de tener una cuenta de «regalo» cada noche que estés en el restaurante. El costo para el restaurante es insignificante, así que no debería provocar ningún obstácuo para la gerencia.

Con este sistema funcionando, sólo debes esperar. Cuando una mesa hace la pregunta mágica, es tu chance para dejarlos boquiabierto. Di: «¡Seguro!», y procede a hacer desaparecer la cuenta, literalmente. Ellos pensarán primero, probablemente, que es una broma, pero asegúrales: «En nombre mío y del restaurante, vuestra cuenta ha desaparecido. En serio. Muchas gracias por venir esta noche, y esperamos verlo de nuevo otro jueves a la noche (o lo que fuera)».

Pero por favor, asegúrense de que en la mesa sean concientes de que aún deben darle propina al mesero, y una propina generosa. El mesero trabajó duro en esa mesa y no hay razón para que no reciba nada debido a un truco mágico / oferta promocional.

Personalmente creo que es mucho mejor cambiar su cuenta por una que diga “$0″, más que hacer que su boleta desaparezca físicamente. Le agrega un poco más de credibilidad de que algo pasó realmente, vs la sensación de que tú estás dando vueltas con ellos. También sirve como «comprobante» de que ellos fueron receptores de un truco y previene de que otra gente abandone el restaurante sin pagar, reclamando que el mago hizo desaparecer la boleta y por lo tanto no tienen por qué pagar. De nuevo, es la naturaleza tangible de la bestia la que fortalece la experiencia. También les da algo para llevarse a casa.

Y allí yace su poder real, llevarlo a casa y mostrárselo a sus amigos y familia. Sólo imagina el boca en boca que genera. Si un mago puede hacer desaparecer mi cuenta a pedido, puedes apostar tu dinero que les contaré a todos los que conozco. Se convierte en una promoción poderosa para el restaurante y para ti. Si el restaurante decidiera regalar cenas azarosamente todas las noches, seguro que generaría interés, pero en el contexto de la magia, se convierte en algo mucho más relevante.

También le da al restaurante y a ti la oportunidad de elegir el tipo de clientela que quieres que vuelva al establecimiento. Por ejemplo, si hay una mesa muy divertida que trata bien al servicio de mesa y la pasa bien, esa es la gente que quieres que vuelva. Una mesa llena de personas beligerantes no
debería ser premiada jamás por su comportamiento. Por algo los restaurantes han entrenado personas para volverse rudas durante años, por si pasa algo un poco desagradable en el local e inmediatamente se desquitan con la cuenta, donde también hay personas que toleran un mal servicio y un plato frío y con cabellos sin crear una escena, o simplemente indicando los problemas gentilmente, ellos tienden a pagar la boleta sin chistar. Este truco promocional te da una oportunidad de contrarrestar ese mal trago al premiar a la persona que tiene buen karma. Sólo podrás dar una boleta gratis por noche, así que asegúrate de que sea una buena.

Si por alguna razón alguna noche nadie pide que hagas desaparecer una cuenta, no lo fuerces. Aceptarlo como reto es la única manera de hacerlo «real». Aunque si lo empiezas a implementar en tu rutina,
probablemente lo oirás cada 5 minutos, ni hablar de toda una noche.

Ahora”¦ si hubiera alguna manera de que pudiéramos hacer desaparecer a la esposa de un cliente…

Tyler Wilson (tywilson@shaw.ca)

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