¿Qué debe hacer un mago? ¡Por favor!
Este artículo de Shane fue traducido y es publicado con permiso del autor y
Ustedes saben que estamos en problemas cuando no sólo los magos sino los medios están diciendo que la magia está muerta, ¿ok? ¿Ok? O es sólo lo mismo de siempre?
Saben, raramente me pongo irascible con cosas que tienen que ver con la magia. No gente, no me pasa por ese lado. Me parece que la vida es demasiado corta, mis amigos y familiares demasiado pocos, y la cantidad de cosas que quiero realizar es demasiado grande como para fijarme en lo que hace otra gente. ¡Oh! Tengo cosas que me irritan como la exposición, el robo, el chantaje, la holgazanería… pero es muy difícil que pierda los estribos.
O por lo menos eso pensaba.
Por cortesía de Inside Magic, me contacté con un artículo supuestamente «depresivo» (que deberías leer con un amigo para darse apoyo moral, según Tim Quinlan) en el Dallas-Fort Worth Star-Telegram escrito por Jeff Guinn titulado «Qué debe hacer un mago?». (El artículo de Guinn al que Shane hace referencia aquí no se encuentra ya publicado online).
Dios, el futuro de la magia se fue por el inodoro, ¿verdad? La locura por Harry Potter ha destruido a la magia como la conocemos, ¿no? Es cada vez más difícil conseguir shows, ¿verdad? Sip, es buen momento para tomar esa vieja escopeta, ponerle unos cartuchos y decorar tu mesa favorita, tú sabes, la de los conejitos, la que hace años que no usas pero que te costó una fortuna, y decorarla con el interior de tu cráneo.
¡Por favor! Si esto está llevando a la gente de nuestro tipo a ponerse nerviosa y actuar desastrosamente en nuestro mejor traje, tenemos un problema mayor que «la magia es difícil». Y la gente se está poniendo nerviosa. Son tantos que ya han llenado mi casilla de correo con preguntas y preocupaciones.
Así que, en vez de responder uno a uno esos mails, aquí nos sentamos juntos. Y así, sólo esta vez más, confíen en mí un segundo. Respiren hondo. Cierren sus ojos. Relájense. Y miren la realidad un segundo.
Primero, hay un par de temas para hablar de la nota de Guinn. Hay mucho de eso de «Harry Potter ha cambiado la magia». Luego hay un poco de «Es difícil ganarse la vida con la magia». Ambas cosas me conducen a la única respuesta posible que la guardaré para más adelante.
Veamos algunos párrafos tenebrosos de este artículo, empezando con este:
“Para una generación de chicos que crecieron con Harry Potter y David Blaine, con sofisticados efectos especiales y video games, por no mencionar los especiales de TV que cuentan cómo se hacen los trucos, el mago de los viejos tiempos está pasado de moda, así como sacar un conejo de la galera. La fraternidad de los magos se ve forzada a cambiar con los tiempos, o simplemente a esfumarse».
Ahora, no estoy molesto con Jeff Guinn por esto. El Sr. Guinn debe ser felicitado, incluso por reconocer que nuestra pequeña parte del mundo del entretenimiento existe. Jeff, si estás leyendo esto, me gustaría comprarte una cerveza sólo por eso. Pero esto es algo con lo que los magos y la magia han lidiado desde que el primer hombre ejecutó la primera transferencia falsa con un baya.
La magia cambia. La magia cambia cuando el contexto cambia. Eso siempre fue así.
Podemos retroceder un par de siglos, a los días en que Robert Houdin les ponía frac a los magos y los separaba de los juglares, que hasta ese momento eran considerados. Podemos retroceder una era o dos, cuando la pequeña estafa se transformó en truco, mientras que se quitaba algo del misticismo de los curas y los templos. Podemos retroceder al momento en que la radio se transformó en un objeto común en todos los hogares y luego la televisión, y ver a los pioneros que trajeron magia al mundo del entretenimiento común.. Podemos buscar cuando las “imágenes en movimiento» ocuparon la escena o incluso los periódicos, para el caso. Incluso hemos cambiado la magia sólo para hacer algo nuevo y diferente (¿o nos olvidamos de aquel extraño pequeño hombre, Houdini? No lo creo).
Entonces ¿causa alguna sorpresa que cuando toda una empresa comercial se monta alrededor de un libro, una película, una colección de personajes, temas y mundos y todo eso, la magia debería cambiar? ¿Que eso debería cambiar algo? Si tu audiencia espera eso, puedes apostar que debería. Si no, si no tratas de adaptarte a lo que la audiencia quiere, estás fuera del negocio. Esto no tiene misterio; es simple oferta y demanda en el mundo del entretenimiento.
Otro mago mencionado en el artículo, Earl Warren, sabe ésto. En el artículo, él admite que le dice a la audiencia infantil que no hace el tipo de trucos que vieron en Harry Potter, pero luego se cerciora de que varios elementos de la Pottermanía estén presentes en su acto, aunque sea en una pequeña parte. Esto significa que el señor Warren tomó una decisión sana basándose en su audiencia y, Earl, si lees esto y alguna vez estamos cerca, te invitaré una cerveza también, por conocer a tu audiencia de la manera en que se supone que la debemos conocer.
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