«The Prestige» tiene algo bueno bajo la manga
Aún no vi la peli pero varios dicen que comparada con El Ilusionista tiene más trucos de magia
Aquí hay algo que es lo que todos los críticos viven para ser capaces de escribir. Si ves una película sobre la magia en este nuevo siglo, debe ser «The Prestige»!
La otra película sobre el tema este año fue «The illusionist», protagonizada por Edward Norton, un mago que entra en una cacería de gato y ratón con el jefe de policía encarnado por Paul Giamatti.
«The Prestige» también tiene dos grandes actores (Christian Bale y Hugh Jackman) enfrentándose como prestidigitadores compitiendo por la fama en la Londres del Siglo XIX. Agrégale a Michael Caine, Scarlett Johansson y David Bowie a la mezcla y vas a tener un thriller clásico e intrigante que mantiene a la platea adivinando pero, al contrario de su predecesor, excelente pero un poco opaco, le da a la platea la chance de entender todo antes de el tercer acto de la Gran Revelación.
Bale y Jackman encarnan a Alfred Borden y Robert Angier, quienes empezaron como ayudantes de mago hasta hacerse cada uno su propia carrera, un evento apresurado por la muerte de la esposa de uno de ellos. Su rivalidad toma proporciones de vida y muerte porque Angier trata, obsesivamente, de robar los secretos de Borden, una búsqueda que lo lleva a Colorado Springs, donde Nikola Tesla (Bowie) está experimentando los efectos kinéticos de la electrificación. Mientras tanto, los hombres son observados y advertidos por su mentor, una eminencia llamada Cutter (Caine), quien lo ha visto todo a través de sus ojos sabios.
El director Christopher Nolan es más conocido por su thriller «Memento», pero mantiene su intrincada estructura temporal a un lado aquí enfocándose, en cambio, en sus personajes y asegurándose de que todo el laberinto de la historia mantenga lógica y legibilidad. El título «The Prestige» refiere a la tercera parte de un truco de magia donde algo que ha desaparecido es restaurado, como explica Cutter, de manera que se alcanza la necesidad catártica del público. Y el film está a la altura de su nombre. Los trucos en sí (los inevitables pájaros errantes, una mujer en una bañera con agua, un hombre apareciendo de la nada), son coreografiados de una manera hermosa y se les permitió su parte de misterio antes de ser explicados.
Esas explicaciones siempre son una decepción, como si un mundo encantado se revelara, una vez más, como el mismo vale de engaño barato. Pero durante su propio tercer acto, «The Prestige» está lleno de placeres modestos y bien llevados a cabo. Otra riqueza de este film es la gente que puebla su mundo, desde la maravillosa troica de protagonistas hasta nuevas caras como Rebecca Hall, quien trae una frescura renovadora al personaje de la confusa esposa de Borden. «The Prestige» puede no ser una pieza de arte (después de todo trata sobre la magia en el cambio de siglo), pero es un ejemplo absorbente y divertido de la prestidigitación cinemática.
Fuente: , 20 de octubre, 2006
Aclaración: el título de la película puede traducirse como “El prestigio» pero creo que en algunos países se ve con el título “El gran truco».
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