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Película en honor de la Primera Maga (ilusionista) Española

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Manuela Rejas es una señora de 82 años que vive en la localidad leonesa de Velleguina. Y eso no la diferencia de otras tantas señoras longevas de la misma zona.Lo que la diferencia es que Doña Rejas es la primera mujer ilusionista de España. Y por si eso fuera poco, su vida llena de aventuras y anécdotas riquísimas está siendo plasmada en un cortometraje en su honor.

Violeta y el baúl americano (así se llama el corto) , lideradas por Paco Tovar, en las funciones de productor, que luego de escuchar en la sección Heroes anónimos del programa radial Imaginario la vida de Manuela Rejas, se puso en movimiento con el fin de plasmar en celuloide lo que se intuía como una biografía apasionante, llena de anécdotas y no con pocas muestras de rebeldía y tesón.

El filme, dirigido Luna Baldallo y Rocío González, se centra en la vida de Rejas que en gran parte se desarrolló en el Circo Romero, trabajando primero en funciones básicas, como las de limpieza, pero que gracias a su empeño llegó a ser trapecista y a embaucar al público con sesiones de mentalismo y telepatía.

Según el

«En una entrevista concedida al el pasado verano, Rejas confirmaba que la vida en el circo ofrecía ««grandes oportunidades, aunque también tiene sus cosas malas. Por regla general conoces mucho mundo, eres feliz y también sufres mucho… es una vida muy intensa y consigues soltarlo ayudándote de la imaginación»». Y es que esta leonesa es toda una caja de sorpresas.

Además de ilusionista, siente verdadera pasión por la escritura. Además de Mil historias , ha publicado Cuentos reunidos , donde, entre otros, ««cuento la boda de la infanta Elena vista por dos ratones de la catedral de Sevilla»», aseguraba. Su última obra se titula 15 Historias en carne viva y ha sido publicada por la editorial Lobo Sapiens. ««La primera historia de ese libro es muy fuerte -recuerda- me encontraba en un momento de baja forma, soy niña de la guerra y he vivido experiencias sobrecogedoras»».

El rodaje de Violeta y el baúl Americano se está efectuando en formato digital, en ocho milímetros y será ««corto pero intenso»», ya que su duración estimada es de diez minutos. El hilo conductor será la propia vida de Manuela Rejas, quien ha aportado a esta producción cinematográfica ««sus creaciones en campos como la literatura y ha concedido diversas entrevistas al equipo de rodaje»», informan desde la productora.»

Y si quieren saber un poco más de la iteresantísma vida de esta aventurera, lean de la que extraigo sólo una parte:

«Manuela nació en el contexto de la España de los años 20 del pasado siglo, un contexto que reservaba a las mujeres el mero papel de esclavas domésticas sin posibilidad alguna de emancipación ni de desarrollarse como seres humanos.

Eso lo supo bien pronto Manuela al nacer “en el lugar del hijo» que su familia esperaba y sufrir desde entonces el rechazo y el maltrato de unos padres que nunca llegaron a creer en ella ni a quererla.

Pero, a pesar de esa soledad que marcó su infancia, Manuela nunca se rindió ante los continuos reveses que fue recibiendo de la vida ni dejó de luchar en pos de sus sueños. Unos sueños que florecieron en su corazón a la edad de 11 años cuando decidió, ante la burla y la falta de fe de los que la rodeaban, que quería ser ilusionista para repartir magia y esperanza entre sus semejantes.

Y así comenzó su continua lucha contra las adversidades, contra la miseria de la guerra y la posguerra, contra el hambre y la pobreza y, ya, en los últimos años de su vida, contra un cáncer ante el que nunca se ha rendido.

Y así, con esa esperanza y espíritu de lucha siempre irredentos, Manuela alcanzó su sueño de ser ilusionista, de hacerse a sí misma hasta convertirse en una persona que va repartiendo ilusión allí donde aparece. Una ilusión que recogió de la maleta de un mago ajusticiado por los fascistas y del baúl americano de Iris -su eterna amiga y mentora, la que la ayudó a convertirse en Violeta, la maga Violeta-, cuyos valiosos contenidos no deberían perderse el día que venga a reclamarla la muerte.

Y ese es el objetivo del proyecto de Paco Tovar y de todos aquellos que se han sumado al mismo: que el espíritu solidario, rebelde y vital de Violeta no termine perdiéndose en la maraña del tiempo, porque, en el fondo, todos, de algún modo, llevamos en nuestro interior a una Violeta esperando a que alguien la abone de ilusión para que florezca.»

Pueden leer el resto del texto .

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