Cuando el mentalismo deja de ser magia

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Este artículo de Jon Thompson fue traducido y es publicado con permiso del autor y .

Existe la tendencia entre los practicantes del mentalismo de tener al mismo como un arte que excede a la magia y no una derivación de ésta. Algunos mentalistas claman que han traspasado la barrera del entretenimiento para llegar a la real habilidad psíquica mientras hacen notar que el mago es un mero engañador y siempre lo será. Incluso he visto a un mentalista usando el término de «mago» como algo despectivo. De todas maneras, decir que traspasan las barreras al mismo tiempo que se usan técnicas y herramientas tradicionales de mentalismo es, yo creo, retrasar y dañar el mentalismo. Este ensayo explora el porqué de ésto y ofrece alternativas posibles.

Richard Osterlind dice en «Easy to Master Mental Miracles» (volúmen 3): «La mayor parte del mentalismo no es muy sofisticado.» Eso viene de años de estar más ligado a la psicología que a la magia. En muchas maneras, las técnicas usadas en el mentalismo son mucho más fáciles que las técnicas del resto de las artes mágicas, pero ¿fácil significa mejor o simplemente más fácil? Debido a todo ésto, no puedo dejar de ver a la magia y al mentalismo como dos caras de una misma moneda.

Antes de que dejen de leer del disgusto, acordemos rápidamente que el objetivo común de la magia y el mentalismo es producir ilusiones milagrosas a partir de condiciones aparentemente estériles. el artista procede y llega a una conclusión divergente. Al hacerlo, el mago debe usar técnicas secretas, habilidad y aparatos. El mentalismo hace lo mismo.

Mientras más ampliemos en las características individuales de las dos caras, más evidencias encontramos que las unen. por ejemplo, un mago a veces necesita espiar la esquina de una carta para saber cuál es, el mentalista a veces necesita captar leves gesticulaciones para adivinar respuestas. El mago podrá usar un pase para ubicar una carta en una parte determinada del mazo mientras un mentalista puede usar un swami para predecir algo correctamente en un trozo de papel. Al momento de revelar, los magos dicen simbólicamente «¿es ésta tu carta?» mientras los mentalistas dicen «¿es éste tu pensamiento?» la lista de comparaciones es infinita. Ésto es lo que digo cuando identifico a la magia y al mentalismo como dos caras de una misma moneda. Para mí, esto lleva a una situación incómoda.

Si nosotros (mentalistas) usamos lágrimas, picos, swamis, indicios y toda una gama de herramientas y técnicas del oficio ¿cómo podemos reclamar desde algún punto cruzar alguna barrera cuando nos respaldamos en derivaciones y adaptaciones de las mismas técnicas usadas por los magos? Pienso que las personas que persisten en ésto son ineludiblemente presas de la desilusión. Y en el peor de los casos, caen en la guerra para verse un poco mejor que los médiums que claman poder hablar con los muertos aún a pesar de toda la evidencia que muestre lo contrario.

Si éste último es el caso, nos veremos víctimas de toda la serie de personas encargadas de ver todos los detalles y detractar el arte ridiculizando y debatiendo cualquier posibilidad de «poderes sobrenaturales». Como mentalistas, tenemos una alternativa a este estado miserable del ser y eso es simplemente abrirnos a nuestros colegas magos. Tenemos la posibilidad de usar nuestro conocimiento como entretenimiento genuino e indiscutido ¿porqué no hacerlo?

sospecho que la razón es que la mayoría de los mentalistas crecieron bajo una estricta dieta a base de Corinda y Anneman y la idea de desmitificar el mentalismo les causa mucha ansiedad ya que tendrían que salir de la zona de seguridad en la que se encuentran y probar nuevas cosas.

A primera vista, parecería un paso hacia atrás, algo inferior, pero no tiene porqué serlo. Muchos mentalistas piensan que lo real iría en desmedro del mentalismo ya que piensan que la resonancia de lo que hacen se basa en que la persona realmente piensa que algo verdadero ha ocurrido y no es un truco de magia. Para mí, sólo al abandonar los métodos usuales es que el mentalismo deja de ser el otro lado de la moneda y comienza a lograr una resonancia que puede lograr cruzar barreras, no hablo de furzas psicológicas aquí, sino de un cambio de dirección, una nueva filosofía del mentalismo.

Jon Thompson – allstrippedout@googlemail.com

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